Nueva Historia!!!
Sólo en español, disfrútenla!!!
TOXINA INTERNACIONAL
Un momento de justicia que se prolongó por veinte minutos. De eso se trata esta historia.
Todos los lunes, las mujeres del pueblo van a la iglesia a las siete de la noche para rezar y luego contarse las infidencias de cada residente. Los dedos avanzan ágilmente por los rosarios y las lenguas viejas modulan cosas ininteligibles, como profecías anunciadas en la glosa del Apocalipsis. Son muy hermosas las hileras de señoras paradas perfectamente tras una banca, todas con una mantilla cubriendo sus cabezas y los murmullos llenando la oscuridad de la iglesia como humo de cirio. Entonces una mujer acaba primero y comenta la suerte de doña Cristina, la vendedora de verduras que fue abandonada por su marido, ahora tiene que encargarse de sus cuatro hijos y mantener a su hermana, la inválida. Dos o tres cabezas asienten con expresión de lástima mientras sus manos aún manipulan los rosarios y en Turquía una mujer pone polvo destapa-caños en la comida de sus cuatro hijos, incluyendo los gemelos bebés. Su esposo ignora absolutamente todo en el momento en que se abrocha la camisa, la secretaria duerme plácidamente en su cama de soltera. Otra mujer en la iglesia culmina sus rezos semanales y guarda el rosario en una cartera de cuero gastado, mira a su compañera de banca y le confiesa no entender cómo don Jaime, el profesor de la escuela, pudo haber embarazado a la hija de doña Clotilde, la que está dos bancas más allá. La compañera de la mujer con la cartera de cuero gastado acaba de rezar afanosamente y empieza a cuchichear el rumor de que el profesor y la alumna se van a ir del pueblo, entonces las dos mujeres miran a doña Clotilde y menean sus cabezas con toda la conmiseración del recinto sagrado. Sus mantillas son blancas y se mueven como sábanas colgadas en un patio y en Chile, dos adolescentes se arrodillan frente al cuerpo de un hombre en el parque y siguen apuñalándolo desesperadamente hasta que no hay nada más que un silencio sanguinolento alrededor del trágico trío.
Doña Mariela termina un rosario más y lo pone alrededor de su cuello y suelta una sonrisilla que atrae la atención de su vecina, una jovencita puritana que parece no tener apellido porque todos le dicen Ana, y ya. Doña Mariela le cuenta a Ana que su esposo había comprado en la ciudad un libro que explicaba todas las posiciones sexuales conocidas por el hombre, Ana se sonroja profusamente y agacha su cabeza de cabellos negros y en China, tres mil personas empiezan a linchar a una familia que intentaba huir del país a través de un pequeño y abandonado puerto. Ahora todas las mujeres han terminado de rezar y levantan las cabezas y parecen descubrirse las unas a las otras por primera vez y en Venezuela estalla una guerra civil de proporción nacional, algunas se saludan aferrándose a los antebrazos de otras y el festival del nuevo año en Japón empieza una semana tarde, el emperador es destronado. Dos señoras descubren su cabeza dejando la mantilla arrugada sobre los hombros y otras las miran con reprobación, quince hienas desmiembran y devoran a un impala en Kenia. Cuatro minutos es todo lo que les toma, hasta los cascos con que corría son digeridos por los voraces ácidos gástricos de las hienas. Luego se oyen risas en todo el valle. Una mujer pesca al sacerdote yendo del confesionario a la casa cural y le pregunta el valor de una bautismo, las fechas y la duración de la ceremonia y un ama de casa estadounidense abre la ventana de su apartamento en un séptimo piso y arroja su gato favorito por ningún motivo en especial. Las bocinas empiezan a sonar por toda la calle y se forma un atasco en el tráfico porque el gato cayó en el parabrisas de un automóvil tipo sedán, el conductor perdió el control y arrolló a dos mujeres que salían de una iglesia. Las mujeres murieron allí mismo. El conductor salió del carro y vio el cuerpo deshecho del gato, absolutamente embadurnado sobre el parabrisas, las mujeres tiradas frente al coche parecían dos amantes extasiadas frente a un semental arrollador de ocho cilindros. La gente se agolpó de inmediato en torno al dantesco y fascinante suceso, se oyeron voces que pedían doctores, otras que gritaban números telefónicos y otra que decía ‘¡Oh, por Dios, es Mary Jane Parker!’ La policía apareció de inmediato y mientras intentaban arrestar al conductor, éste señalaba el edificio y los despojos de gato que cubrían su coche.
Así, las mujeres salen de la iglesia y se van quitando las mantillas mientras continúan su arte malediciente en corrillos, parejas o en sesión plenaria. La iglesia queda vacía y los santos de cera y cerámica miran con paciencia las puertas abiertas que esperan visitantes, puertas como bocas hambrientas.
En España, un pichón de ave se cae de su nido y queda herido en el piso gritando, la última velita frente a San Jorge matando el dragón se apaga y el primer misil de una guerra nuclear es disparado desde un portaaviones en el océano pacífico.
FEDERICO AC.
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